Lamar Jackson vs. Jalen Hurts. Derrick Henry vs. Saquon Barkley. No hay duda. Este será el partido de la jornada en la semana 13 de la NFL. Los Baltimore Ravens (8-4), que vienen de superar un difícil escollo y que podrían recuperar el liderato de su división, reciben a uno de los equipos más en forma del momento, unos Philadelphia Eagles (9-2) que para nada han descartado el Seed1 de la Nacional. ¿Quién se llevará el duelo?
Las apuestas NFL otorgan el favoritismo a los locales, pero es un partido de muy difícil pronóstico. Será interesante observar cómo la ofensiva de los Ravens enfrenta a la nueva defensa de Vic Fangio, una de las más sólidas del campeonato. Como mencionamos en pronósticos anteriores, los Ravens son casi imparables cuando logran establecer su juego terrestre, por lo que es probable que apuesten nuevamente por esta estrategia en busca de otra victoria (37 carreras por 22 pases ante Chargers es más que revelador). Sus mejores resultados han llegado cuando Derrick Henry ha asumido un papel protagónico, respondiendo con creces a las expectativas; su rendimiento confirma que la gerencia acertó con su fichaje, acumulando ya más de 1,000 yardas terrestres y 13 touchdowns.
Este enfoque también potencia el desempeño de Lamar Jackson, cuyo nivel supera incluso al de la temporada pasada, cuando fue MVP. Aunque venía de un partido complicado contra los Steelers, se reivindicó frente a los Chargers con una destacada actuación (16/22 pases completados, 72.7% de acierto y 2 touchdowns). Jackson ha demostrado ser un jugador versátil, capaz de marcar diferencias tanto con su brazo como con sus piernas, acumulando 600 yardas terrestres y liderando a los mariscales de campo en esta estadística.
Quizás nos generen más dudas estos Ravens en el aspecto defensivo. La marcha de Mike Macdonald (ahora en Seattle) ha hecho que se resienta una unidad que ha pasado de liderar la liga a ser el cuarto equipo que más yardas totales concede, permitiendo más de 24 puntos por encuentro. De hecho, que Baltimore lleve 4 derrotas a estas alturas se explica más por su actuación defensiva que por lo que genera en ataque.
Con altas expectativas y con la firmeza por parte de los amantes de este deporte de que iban a ser un equipo protagonista en los playoffs, los Eagles no comenzaron la temporada como se esperaba. Incluso Nick Sirianni recibió abucheos de sus propios aficionados, quienes criticaban que los planteamientos y sistemas del entrenador en jefe no sacaban a relucir las virtudes de su talentoso roster. Sin embargo, hay que reconocerle el mérito: ha dado un giro completo a la situación y una racha de siete victorias consecutivas ha transformado la percepción del equipo, cuyo futuro se promete alentador. De hecho, un triunfo el próximo domingo podría generaría una bonita batalla por el Seed 1 en la Conferencia Nacional.
Gran parte de este éxito se debe a Saquon Barkley, quien está consolidándose como una verdadera estrella, hasta el punto de postularse como el gran candidato a recibir el MVP. Con 1,392 yardas terrestres (líder de la liga) y 10 touchdowns, su desempeño ha sido fundamental para el equipo. Esto también ha potenciado a Jalen Hurts, quien desde la bye week ha registrado 9 pases de touchdown y solo una intercepción, liderando a los Eagles a un récord perfecto de 7-0.
A esto se suma el brillante desempeño de A.J. Brown, quien semana a semana confirma por qué es considerado uno de los mejores wide receivers de la NFL. Su velocidad en rutas profundas, la fuerza que demuestra en balones divididos y su habilidad para ganar yardas tras la recepción lo convierten en una amenaza constante. Su impacto es innegable: con él en el campo, los Eagles están invictos.
No mentimos al afirmar que Philly es uno de los equipos más dominantes de la NFL en estos momentos, pero no solo por el ataque. Su unidad defensiva ha dado un paso al frente y actualmente es la 3ª mejor contra el pase y la 6ª en detener el juego por tierra, lo cual se antoja clave en este duelo.
Estamos ante un duelo de altos vuelos. Tal es el nivel de estos dos equipos que, incluso, podrían ser los protagonistas del próximo Superbowl. Pero, centrándonos en lo que nos viene, las casas de apuestas han optado por darle el favoritismo a los Ravens, seguramente por su condición de local. En cualquier caso, se espera un partido apretado en el marcador final, y es que el spread se sitúa en un -3 para los de Baltimore. Ello puede hacer que encontremos una cuota de gran valor colocando un hándicap positivo sobre los de Philly, y por ahí irá nuestro pronóstico Ravens vs. Eagles.
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