Este domingo los aficionados de la NFL vivirán uno de los encuentros más clásicos de la liga. Los Green Bay Packers (7-3) recibirán en Lambeau Field a los San Francisco 49ers (5-5) en una situación crítica y con las apuestas de fútbol americano en su contra después de la mala imagen mostrada en su último partido. En cualquier caso, estamos ante un enfrentamiento en el que cualquier cosa puede pasar, y es que ambos equipos tienen argumentos para decantar la balanza a su favor.
Green Bay está 7-3 y aunque la División está prácticamente inalcanzable visto el nivel de los Lions de Detroit, está metido de lleno en la pelea por entrar en los playoffs. Ahora mismo sería el Seed 6 y no es descartable que pueda escalar posiciones pues, al fin y al cabo, solo están a un partido de distancia de los Vikings. Superado el ecuador de la temporada, puede que no sean el aspirante seguro a la Super Bowl que muchos pensaban que serían de cara a 2024, pero son uno de los candidatgos a salir de la NFC junto a los mencionados Lions y los Philadelphia Eagles.
Sin embargo, para ser un equipo aspirante al anillo necesita que Jordan Love suba su nivel de juego. Los Packers hicieron muy bien en arriesgarse con el joven quarterback y ofrecerle una gran extensión de contrato de cuatro años y 220 millones de dólares. Pero, si le pagan como a uno de los mejores mariscales de la NFL, tiene que empezar a jugar como tal, y de forma constante. Compaginar malas jugadas (suma ya once intercepciones esta temporada) con big plays puede valer contra Chicago (ganaron gracias a una patada bloqueada por equipos especiales), pero no contra un rival de entidad como los Niners.
Al margen del papel clave que desempeña Jordan Love en el equipo, Matt LaFleur cuenta con un roster joven y de gran potencial. El cuerpo de receptores formado por Watson, Reed y Doubs sigue dando sus frutos, mientras que Josh Jacobs está realizando una magnífica temporada liderando el juego terrestre del equipo (176 acarreos para 838 yardas y 4TD); todo ello hace que los Packers sean hoy la cuarta mejor ofensiva en yardas producidas de la liga.
Quizás genere un poco más de inseguridad su defensiva, que ha combinado excelentes actuaciones con otras más dudosas, pero ahora es momento de demostrar que aquellos que la señalaban al inicio del curso como una de las más agresivas (en el buen sentido) bajo el mandato de Jeff Hafley no estaban equivocados.
Más dudas nos están generando estos Niners. Después de caer derrotados en la última Superbowl, arrancaron la temporada como uno de los grandes favoritos en las apuestas para volver a pelear por un título que no logran desde 1994. Por potencial y por roster, así debería ser. Pero, nada más lejos de la realidad; hoy, son últimos de División y su presencia en playoffs está en entredicho.
Como era de suponer, las críticas y las miradas apuntan a su Head Coach, un Kyle Shanahan que no da con la tecla y cuyo sistema se cae cual castillo de naipes cada vez que pierde un jugador por lesión. Es cierto que nunca ha podido contar con todos los titulares, pero, en un deporte tan lesivo como este, es algo que sucede en todos los equipos, por lo que es de obligado cumplimiento tener un Plan B, algo de lo que carece San Francisco. Por otro lado, se esperaba que la vuelta de CMC ayudara a solucionar sus problemas, pero su influencia sobre el emparrillado no está siendo la esperada, de momento.
Algo similar sucede con una defensa que, si bien es cierto que solo concede 22.2 puntos por encuentro, llega a los finales apretados sin aire. Basta ver cómo fueron sus tres derrotas divisionales, con drives ganadores de Murray, Stafford y Geno Smith.
Con todo lo expuesto, queda claro que estamos ante un partido de difícil pronóstico. Las apuestas Packers vs. 49ers sitúan a los locales como favoritos por 1.5 puntos, por lo que se prevé un partido muy apretado.
Uno de los puntos clave del encuentro para hacer nuestro pronóstico es la situación de Nick Bosa. Si el edge rusher se pierde la cita por lesión, será difícil ver al pass rush de los San Francisco 49ers generando consistentemente presión sobre Jordan Love y con un pocket limpio este es uno de los mejores mariscales de campo en el fútbol americano. Además, los Green Bay Packers tienen la profundidad necesaria para encontrar agujeros en la secundaria de los 49ers.
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